Sor Juana Inés de la Cruz y los Estudios Paganos
Hace un tiempo atrás me pasó lo que hace mucho tiempo no me pasaba: interesarme por un tema en particular con pasión. He dilatado bastante este escrito pensando en que nada de lo que pudiera escribir sería meritorio ni del tema ni del personaje escogido: Sor Juana Inés de Santa Cruz y el revuelo que causó su famosa Carta Atenagórica . Pero debido a que no quiero dejar de transmitir lo que aprendí de ella, aquí va un modesto acercamiento para quienes quieran saber algo de ella.
Sor Juana ha sido reconocida en el mundo, más que por su religiosidad, por su intelectualidad. A los tres años andaba detrás de la instructora de su hermana con el fin de que le enseñase a escondidas a leer y a escribir. A aquella institutriz le pareció una buena idea y dio cabida a sus deseos manteniendo en estricta confidencia su prematuro aprendizaje.
Desde ese entonces, su pasión por las letras comenzó a apoderarse de su ser. A tal punto que su opción de vida fue el convento debido a que nunca miró con buenos ojos el matrimonio y como el claustro sería el el sitio perfecto para dedicarse al estudio, optó por hacerse monja.
No me extenderé sobre este asunto ya que lo que me interesa explicar es la importancia que cobra esta religiosa, poetisa e intelectual después de la famosa Carta Atenagórica.
Este trabajo, escrito en 1690, constituye una crítica al sermón realizado por el jesuita Antonio Vieyra, 40 años antes, a pedido del Obispo de Puebla, quien debido a una disputa de poder con el Arzobispo Aguiar y Seijas, quería atacarlo indirectamente mediante la crítica de uno de los personajes más influyentes (esto porque Seijas había alcanzado el título que a él le correspondía).
Entre Sor Juana y el Obispo de Puebla, habían quedado claras las intenciones de ser sólo una crítica privada sin pretensiones de publicación (aunque se han formado varias discusiones en las que se ha concluido que, al parecer, Sor Juana sí tenía intenciones de publicarla, pero sin las que se hizo).
De todas formas, el Obispo traicionó la confianza de Sor Juana y la publicó bajo el nombre de Carta Atenagórica, con el fin de hacer una ironía al decir que tal prosa era digna de la diosa Atenea.
Esta carta fue prologada en extenso por el Obispo, cuyo verdadero nombre era: Manuel Fernández de Santa Cruz, quien firmó bajo el pseudónimo de Sor Filotea.El motivo de aquello fueron varios, pero el más importante es que al Arzobispo Aguiar y Seijas no había cosa que le molestara más en esta vida que las mujeres... por ello es que se dio a conocer bajo el nombre de: Filotea que quiere decir algo así como " por el amor a los estudios religiosos".
Lo que surge de esta puga es lo que más me interesa y radica en la famosa Respuesta de Sor Juana Inés de la Cruz a Sor Filotea (Disponible en: http://www.ensayistas.org/antologia/XVII/sorjuana/sorjuana1.htm)
Esta fue escrita un año después a la anterior y es una defensa a la prologación que hace en la Carta Atenagórica, el obispo de Puebla. La cuál no constituye sólo una defensa a las letras profanas sino también desea incentivar en la mujer a "conocer", instituyéndolo como un deber.
Esta Respuesta de Sor Juana es importante ya sea por el contenido totalmente irónico, como por la estructura narrativa que se da, ya que si bien, está dada en forma de carta es un verdadero ensayo en el estricto sentido de la palabra.
Esta "carta" está llena de datos autobiográficos y contenido en latín que hacen que el escrito sea una verdadera fusión entre lo coloquial y experencial v/s a lo intelectual y el logos.
¿Qué entendimiento tengo yo de estudio, qué materiales, ni qué noticias para esos, sino cuatro bachillerías superficiales? Dejen eso para quien lo entienda, que yo no quiero ruido con el Santo Oficio, que soy ignorante y tiemblo al decir alguna proposición malsonante o torcer la genuina inteligencia de algún lugar”
Bueno no me extenderé más, sólo quiero dejarles la inquietud para que quien desee conocer más de esta poetiza, o se acerque a leer sobre ella..(un libro buenísimo es el de Octavio Paz: Sor Juana Inés de la Cruz o las Trampas de la Fe) o me escriba y yo lo lateo harto...!!
Para concluir, después de toda esta situación a Sor Juana se le prohibieron los estudios paganos y tuvo un progresivo y rápido deterioro, muriendo producto de una peste en 1695.
Para ella, los estudios constituirían, como ella misma decía, el inicio para poder finalmente entender los textos teológicos.
Ya que, si le era imposible entender la ciencia, la matemática, la filosofía, la literatura ¿cómo poder entregarse a los estudios teológicos que en sí los albergaba a todos?
Esta era su lucha.
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